viernes, 9 de diciembre de 2022

MANIFIESTO 10D, POR EL DÍA DE LOS DDHH - SIN ACCESIBILIDAD NO HAY IGUALDAD NI JUSTICIA SOCIAL

MANIFIESTO 10-D, POR EL DÍA DE LOS DDHH

SIN ACCESIBILIDAD NO HAY IGUALDAD NI JUSTICIA SOCIAL

Todas las personas, sin excepción, necesitamos adaptaciones. Desde las más rudimentarias tecnológicamente hablando hasta las más sofisticadas. Llegamos hasta dónde la imaginación lo permite a través de la adaptación del mundo que nos rodea. 

La falta de escaleras, sin embargo, impondría límites y convertiría a todas las personas en “discapacitadas”, pues ese entorno arquitectónico creado (no natural) incapacitaría al impedir el desenvolvimiento autónomo y libre de las personas. Y eso es exactamente lo que ocurre con el resto de adaptaciones. Por suerte, en un mundo ficticiamente “normativo” como el nuestro, aquella necesidad considerada “normal” está cubierta. El problema (más bien la injusticia) surge cuando las adaptaciones no coinciden con las que necesita la mayoría estadística de la población, como por ejemplo, lengua de signos, pictogramas, bucle magnético, rampas, textos en braille, etc. Es decir, aquellas que suponen la aplicación de la accesibilidad universal.

Para evitar que ninguna persona se quede sin “usar las escaleras”, o lo que es lo mismo, sea excluida por vivir en un entorno incapacitante, existe un amplio tejido legislativo encaminado a garantizar ese derecho básico, y que obedece a la adaptación normativa del primer Tratado de Derechos Humanos del Siglo XXI: la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con discapacidad, rubricada por España en 2008, y cuyo artículo 9 reconoce expresamente la importancia de la accesibilidad, siendo uno de sus principios fundamentales. 

Desde Eliminando Barreras, sin embargo, apelamos a la propia definición de accesibilidad universal para recalcar que es indispensable para la autonomía personal, la libertad y, en definitiva, la vida de muchas personas e igualmente beneficiosa para toda la ciudadanía, con y sin discapacidad. Porque recordemos, para que algo sea accesible tiene que ser comprensible, utilizable y practicable por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible.

No en vano, en relación al mencionado artículo 9, la Observación general Nº 2 del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad expresa: 

La accesibilidad es una condición previa para que las personas con discapacidad puedan vivir en forma independiente y participar plenamente en la sociedad en igualdad de condiciones. Sin acceso al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, las personas con discapacidad no tendrían iguales oportunidades de participar en sus respectivas sociedades (…) el acceso de esas personas al entorno físico y al transporte público es una condición previa para que ejerzan su libertad de circulación, garantizada en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. De igual forma, el acceso a la información y la comunicación se considera una condición previa para la libertad de opinión y de expresión, garantizada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 

Por ello, este 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, queremos llamar la atención sobre este concepto, tan desconocido como necesario, y exigir su rigurosa implementación. De lo contrario, ese 10% de la población que somos las personas con diversidad funcional, seguiremos rodeadas de innumerables barreras que dificultan nuestra autonomía y libertad, perpetuando nuestra condición de ciudadanía de segunda

Lamentablemente, la nula voluntad política de las instituciones, en nuestro caso más inmediato el Ayuntamiento de Sevilla, posibilita que eso suceda, vulnerando constantemente el derecho de vivir en un mundo inclusivo y no incapacitante ¿Cómo es posible? ¿Acaso una ley es más importante que otra? ¿La vulneración de un derecho que encierra a las personas en cárceles sin rejas y les impide llevar una vida digna y en igualdad de condiciones no es razón suficiente para la movilización y denuncia social? Nosotras creemos que sí. 

El incumplimiento de una ley que garantiza un derecho básico debería ser un revulsivo para que toda la sociedad en su conjunto tomara conciencia de que sin accesibilidad no hay igualdad ni justicia social. Por ello, desde Eliminando Barreras esperamos que la Accesibilidad Universal, o adaptar el mundo a la diversidad humana, se empiece a considerar como lo que es, un derecho humano fundamental, y como tal se defienda. Hoy 10 de diciembre, y siempre.

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