Pues bien, miembros de la asociación Eliminando Barreras hemos cotejado las mejoras realizadas, y si bien, podemos estar contentos por la subsanación de algunas deficiencias [corrección del pavimento podotáctil, modificación del sistema de fijación de la barandilla inferior para que no interrumpa el paso de la mano, o la corrección del sistema de fijación de la rampa (parcialmente) para no tropezar], no podemos dejar pasar la permanencia de deficiencias en la misma que impiden que la rampa de Torneo cumpla con los criterios de accesibilidad establecidos en la normativa correspondiente (por ejemplo, la altura de los pasamanos).
Y por todo ello, nos preguntamos, ¿quién paga el sobrecoste de haberlo hecho mal y haberlo tenido que corregir? ¿se han pedido responsabilidades al respecto? ¿por qué no se hace bien desde un principio? ¿Se han tomado medidas para que no se vuelvan a cometer estas deficiencias, que además de vulnerar la normativa, suponen un sobrecoste de la obra inicial? Seguiremos informando...
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Extracto del informe realizado por los técnicos de Eliminando Barreras |
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Uno de los errores subsanados es el de la corrección de los pavimentos podotáctiles |